
Lo que pretende BMW con este coche es demostrar todas las posibilidades de su lujoso todo terreno. Para conseguirlo se ha colocado en el X5 Le Mans el mismo motor que tenía el prototipo que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1999, un poderoso V12 con 700 CV de potencia y 720 Nm de par. Las suspensiones se han modificado con amortiguadores de reglaje más duro y muelles que reducen 30 mm la altura de la carrocería al suelo.
Para asegurar una correcta sujeción de los 4 posibles ocupantes del X5 Le Mans, se han instalado asientos bacquet. Además, se han añadido detalles de aluminio para decorar el interior.
El vehículo que fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2000 tenía neumáticos de dimensiónes 275/40 delante y 315/35 detrás, ambos en llantas de 20 pulgadas de diámetro. El X5 Le Mans que aparece en la foto rodando en circuito no lleva las mismas llantas que el del Salón y los neumáticos son de competición, de tipo "slick" sin dibujo. El interior también se ha "limpiado" para aligerar peso durante la prueba.
El piloto de carreras, Hans Joachim Stuck, al volante del BMW X5 Le Mans, fue capaz de completar los 20,8 km del circuito de Nürburgring (Alemania) en 7 minutos y 50 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 311 km/h en el tramo más rápido del circuito. Un BMW Z8 de serie lo hace en 8 minutos y 16 segundos. Con quien no puede competir es con un coche desarrollado específicamente para circuito. El BMW 320i que participa en los Campeonatos de Súperturismos y tiene 300 CV de potencia da una vuelta al trazado largo de Nürburgring en 7 minutos y 37 segundos.


gruss julius